La actriz. Esther Pastor nació y creció en Valladolid. Allí llevó una polifacética y ajetreada vida. Trabajó como modelo desde la mayoría de edad y dedicó gran parte de su tiempo a la música, siendo integrante de distintas agrupaciones corales, entre las que destaca el Coro Universitario de Valladolid.
Tras diplomarse en enfermería en 2006, se trasladó a Madrid para, desde allí, poder formarse y dedicarle más tiempo al trabajo frente a la cámara. Durante unos años combinó la moda con la sanidad. En ese tiempo, descubrió que la parte interpretativa le atraía mucho más que cualquier otra cosa que hubiera hecho hasta entonces y quiso formarse en ella. En 2011 comenzó sus estudios de interpretación en la escuela Central de Cine, a través de su Diplomatura para Cine y Tv. En la actualidad, continua con sus clases allí y amplía esta formación en la escuela de Teatro Musical de María Beltrán, donde trabaja además, el canto y la danza.
El fotógrafo. Álvaro Serrano Sierra, madrileño de nacimiento, siempre se sintió atraído por el mundo de la fotografía. Aún así, antes de dedicarle gran parte de su tiempo y decidir que quería hacer de ella su profesión, ha explorado diferentes y muy variados campos, tanto profesional como personalmente. La mayoría de las veces rodeado de gente, bien haya sido para enseñar, para aprender o para compartir. Quizás sea eso, unido a su carácter cercano y empático, lo que le hace disfrutar, sobre todo, fotografiando a personas. Su formación como profesional de la fotografía comenzó en EFTI, donde realizó numerosos cursos. Tras su paso por la escuela, continúa con un aprendizaje diario y autodidacta, a través de la práctica, la experiencia y otra formación adicional. En la actualidad, se dedica principalmente a la fotografía de modelos y actores. Domina tanto los exteriores como los interiores, prefiere trabajar con luz suave, aunque le gusta jugar con las sombras, y siempre fija el punto de atención de la fotografía en la persona que aparece en ella.
La sesión. En una buena sesión de fotos, no todo es técnica, iluminación, localización y conocimiento del trabajo de cada uno. La complicidad entre modelo y fotógrafo, tiene mucho peso también en este campo, y queda reflejada en el resultado final. Tanto Álvaro como Esther, lo saben, y por eso en esta sesión se buscó una comunicación que llevase a ese punto de química entre ambos, donde las ideas fluyen y se pueden poner en práctica. Un ambiente de trabajo agradable y tranquilo que nos deja con buen sabor de boca y con ganas de repetir.