LA ACTRIZ
La actriz Marian Degás se inicia en el mundo de la interpretación desde sus años escolares. Con 18 años ingresa en la RESAD de Madrid, donde se licencia en la especialidad de Teatro Gestual y completa su formación en Teatro Físico con Claire Heggen e Yves Marc (Théâtre du Movement de Charleville). Estudia Danza clásica, contemporánea y Flamenco y se forma como cantante con Mia Patterson, Sheilah Cuffy y Annie Sun.
Enseguida descubre su pasión por la interpretación audiovisual y estudia con directores como Jaime Chávarri, Patricia Ferreira y Rafael Monleón. En 2012 completa su formación en La Central de Cine.
Ha intervenido en los largometrajes “Aún hay tiempo”, de Juan Logar y “Vivir así” de Luis Martínez, en las series de televisión “El secreto de Puente Viejo”, (A3 Media) “Oído caníbal” de David Navarro para Canal+, y “Hospital central” (Telecinco) entre otras. También destaca su participación en los cortometrajes “Pollo asado” (Finalista Notodofilmfest 2015), “Cuenta Atrás” de Celia Marco, “Buscando dinosaurios” de Carlo H.E. Agostoni y “Ahora piden tu cabeza” de David Yañez.
Desde 2012 forma parte del Colaboratorio en el Nuevo Teatro Fronterizo, dirigido por José Sanchis Sinisterra, y de la compañía Teatro En Serie, pionera en la realización de teatro por capítulos con la serie “La Casa de Huéspedes”.
En teatro participa en numerosos espectáculos entre los que destacan “Mujeres de papel” de José Sanchis Sinisterra, “Archipiélago Dron” (Naves del Matadero y Sala Cuarta Pared) dirigida por Eva Redondo, “Realidades” con La Quintana Teatro, “Don Juan” dirigido por Goyo Jiménez, o “La boda de los pequeños burgueses” de Bretch, dirigida por Antonio Malonda y Ernesto Caballero. Formó parte de la compañía Zascandil con obras de Ignacio del Moral y Ernesto Caballero y participó en “La maja de Goya” musical dirigido por Vicente Fuentes.
En estos momentos ensaya el monólogo “Cucaracha sumida en armario” de Carla Guimaräes, dirgido por Antonio Ponce, que se estrenará en Surge 2017.
LA FOTÓGRAFA
Carmen Ruiz es madrileña de nacimiento. Siempre supo que su camino la iba a llevar por el mundo audiovisual. Su amor incondicional por la imagen, el arte y la escena la llevan a estudiar Ciencias de la Imagen Visual y Auditiva en la Universidad Complutense de Madrid. Tras finalizar la carrera en cuatro años entró a trabajar como realizadora, grafista y copy en diversas televisiones. Con el tiempo se fue desarrollando, además de su amor por el cine, el amor por la fotografía, especialmente el retrato. Hoy en día trabaja como fotógrafa profesional además de artista visual todo terreno, realizadora de videos musicales y diseñadora gráfica.
Como fotógrafa se ha embarcado en una cruzada en la que pretende, combinando sus conocimientos del mundo del cine y de la dirección actoral, con principios de posado e iluminación, capturar personas y personajes únicos en sus imágenes. Asegura que todo el mundo puede salir bien en una fotografía. El gesto, la pose y la mirada son lo que nos hablan en un retrato.
Visualmente bebe de los grandes clásicos de la época dorada del cine y los fotógrafos que inventaron la imagen del glamour del Star System como George Hurrell. De retratistas modernos como Annie Leivobitz, Anton Corbjn o Andy Gotts. De los grandes maestros de la pintura… y del cine. Siempre mucho cine.
LA SESIÓN
La Sesión con Carmen, así con mayúsculas, es una de las más bonitas que he realizado en mi vida, desde el planteamiento del trabajo hasta su resultado. Carmen trabaja de forma personalizada con cada modelo o actor y se abre a su propuesta. Para esta sesión Carmen me pidió que le contara cuál sería la sesión de fotos de mis sueños, no lo dudé ni un minuto, el Hollywood de los años 40, esas fotos tan elegantes, con luces tan contrastadas y dramáticas, que hacían que el espíritu de los actores fuera el protagonista de la foto.
Queríamos crear imágenes atemporales, que pudieran ser de hace 30 años y que dentro de 30 puedan seguir siendo algo especial y diferente.
Durante la sesión nos reímos muchísimo, imaginamos, soñamos e hicimos el tonto, en unas 3 horas teníamos cientos de imágenes válidas que practicamente no necesitaban retoque, puesto que Carmen domina la técnica de manera magistral.
Descubrí que lejos de ser fotos artificiales, el hecho de posar de una manera “antinatural” para el cuerpo, de mantener la mirada, de “actuar” en definitiva para la cámara de fotos, hace que el resultado saque a la luz una parte de mi que no había visto hasta ahora en imágenes, pero en la que me reconozco mucho y con la que me siento muy cómoda. Estas fotografías son las que enseñaré a mis nietos para contarles que su abuela fue actriz.