LA ACTRIZ
Nerea Portela nace en Moaña (Pontevedra) donde formó parte del grupo de teatro aficionado Aurín. Estudia Interpretación textual en la ESAD de Galicia (2011-2015) y al finalizar se muda a Madrid para ampliar su formación con el Máster de interpretación ante la cámara de Central de Cine (2015-2016). Continúa formándose en Madrid con diferentes profesionales como Arantxa de Juan, Secun de la Rosa, Andrés Lima… y lo compagina con la participación en cortometrajes.
En televisión ha participado varias veces en la serie ‘Centro médico’, de TVE. Y actualmente la podemos ver cada fin de semana en el espectáculo ‘Magnani aperta’, que acaba de celebrar su primer año en cartel.
EL FOTÓGRAFO
Luis Malibrán, abre su estudio en Madrid en 1.987. Desde entonces colabora prácticamente con todas las revistas de moda nacionales y varias internacionales.
Sus retratos han sido portadas y reportajes de todos los dominicales del país y ha realizado campañas de publicidad para Nivea, L’Oreal, El Corte Inglés, Freixenet, Adolfo Domínguez, Tous, Loewe… entre muchos otros. También ha participado en la promoción gráfica y en video, de obras de la Compañía Nacional de Danza, Teatro Español y diversas compañías privadas como Miguel Narros y Víctor Ullate. Ha realizado múltiples fashion films y colaborado como director de fotografía en cerca de 25 cortometrajes.
Su obra personal ha sido expuesta y editada en libros a nivel internacional y compagina su trabajo profesional impartiendo talleres y cursos en Universidades y Centros de Formación fotográfica.
LA SESIÓN
“La sesión con Luis fue estupenda. Desde la primera conversación que tuve con él, días antes, supe que estaba en muy buenas manos. Me lo habían recomendado mucho y no tenía dudas de que no fuese a ser así.
Él me aconsejó que pensara en personajes a la hora de enfocar la sesión. Intenté buscar lejos de mi (otras épocas, diferentes energías…), pero también quise alguna foto que me representase personalmente.
Ya en su estudio conocí a Laura Pérez, que hizo magia con el maquillaje y la peluquería. Yo me había llevado una maleta con mogollón de posibles cambios de ropa y, al contarle a Laura y a Luis lo que había pensado y los personajes que quería fotografiar, me fueron ayudando a seleccionar.
Empezamos con unas fotos bastante neutras, cercanas a mí. Yo estaba nerviosa, pero entre la música y lo cómoda que me hacía sentir Luis, rápidamente me sentí como en casa. Poco a poco fuimos trabajando con otras energías, con emociones, línea de pensamiento… yo cada vez me sentía más cómoda, con más soltura… Luis me guiaba y captaba el momento.
No podía esperarme un resultado mejor. Luis me envió más de cien fotografías y cada una de ellas transmitía algo diferente. Ha sido, sin duda, la mejor experiencia que he vivido delante de un objetivo”.