Conocí a Macarena en el Laboratorio de Willian Layton de los años 80 en un curso de dirección con Jose Carlos Plaza y el propio Willian Layton que ya era mayor y estaba prácticamente sordo, pero aún mantenía el contacto directo con sus alumnos. No tuvimos mucha relación en ese momento, pero bebimos de las mismas fuentes sin sospechar que lo que allí aprendimos nos volvería a unir en el futuro. En esa época, Maca era todavía una “teatrera” pura y yo una aprendiz de cineasta que llegaba a la formación teatral en busca de las claves para la dirección de actores, algo que no encontraba ni en las escuelas de cine ni en la propia industria cinematográfica.
Más adelante, siendo ya directora, volví a coincidir con Macarena a través de Sara Bilbatua y conocí su faceta como ayudante y directora de casting, una etapa en la que trabajó con multitud de actores en cine y televisión y adquirió una gran experiencia como coach. Años más tarde, cuando Javier Gancedo y yo fundamos Central de Cine pensamos que Macarena podía ser una buena colaboradora y le propusimos dar clases en nuestro centro. Fue el comienzo de nuestra relación profesional.
Recuerdo muy bien el primer encuentro que tuvimos. Fue en la Cruz Blanca de Goya. Estuvimos compartiendo experiencias y charlando sobre la manera en que cada una de nosotras abordaba las clases. La conexión fue inmediata. Enseguida vimos que, a pesar de haber tenido trayectorias muy diferentes en el audiovisual, habíamos llegado al mismo sitio por caminos diferentes y nuestros planteamientos tenían mucho en común. Al final de aquella reunión concretamos las fechas para el que sería el primer curso que dio Macarena en Central de Cine, sin imaginar que ahí comenzaba una fructífera colaboración que ha durado siete años. Recuerdo que cuando ya nos íbamos Macarena me dijo: “Eva, creo que el señor Layton estaría orgulloso de nosotras”.
Durante estos años de colaboración con Central de Cine, Macarena se especializó en el “Entrenamiento para profesionales” y desarrolló con pasión un método personal de entrenamiento, lleno de “trucos” (como a ella le gustaba llamarlos), herramientas muy específicas, muy prácticas y concretas, que transmitió a un gran número de actores y actrices que consideran a Macarena su maestra. Acuñó sus propios términos, como el “avatar” y “la señal de cámara” y su propia metodología y fue extremadamente generosa como maestra. Los cursos fueron su vida y dio lo mejor de sí a esos actores y actrices a los que dotó de confianza en sí mismos y de amor por el oficio, y a los que quiso ver no como meros intérpretes de la creación de otros, sino como auténticos creadores.
Durante esos intensos años de desarrollo de su técnica, y siendo conscientes de pertenecer a los pioneros de la docencia de “Interpretación para la cámara”, hablamos varias veces de lo interesante que sería plasmar su técnica de trabajo en un libro junto con los diferentes métodos de trabajo que estábamos desarrollando en la escuela. Como base para ese futuro libro, organizamos un encuentro en el otoño de 2009 con algunos de sus alumnos y alumnas más destacados, donde se analizaron los principales puntos de su técnica.
A finales del curso pasado Macarena empezó a encontrarse mal, se hizo algunas pruebas y en agosto, en pleno verano, le confirmaron que tenía cáncer. Iba a someterse a un tratamiento de quimioterapia y todos teníamos la esperanza de que pudiera volver a incorporarse a las clases a lo largo del curso. Lamentablemente, no ha podido ser.
Tuvimos tiempo aún para organizar un segundo encuentro con algunos de sus alumnos y alumnas que esta vez le dieron a Macarena el feedback de cómo utilizaban su técnica en la profesión y de cómo sus “trucos” les ayudaban a resolver el día a día delante de la cámara. Macarena estuvo radiante aquel día, feliz al recibir la confirmación de que todo su trabajo durante esos años tenía sentido y recibiendo a la vez el amor y el respeto de sus alumnos. Fue un hermoso broche a su carrera, un cierre natural, un fin de ciclo.
Hoy, en Central de Cine sentimos el gran vacío de su ausencia, pero al mismo tiempo estamos orgullosos y agradecidos porque aquí encontró su sitio, pudo desarrollar su técnica de trabajo y se sintió realizada.
Maca, has sido una parte importante de nuestro proyecto profesional y de nuestras vidas y de la de mucha gente que tuvo la suerte de cruzarse en tu camino. Siempre te llevaremos en nuestro corazón y en nuestro recuerdo. Puedes estar segura que, allá donde esté, el Sr. Layton estará muy orgulloso de ti.
Nos ha dejado una gran profesional, una gran persona y una estupenda amiga. El espacio que deja es irrellenable. Macarena, estés donde estés, se que vas a seguir disfrutando con los éxitos de todos tus alumnos y amigos.
Siento su perdida, no sabia nada , todo mi cariño a sus familiares y amigos que triste…
Muy emotivo. Muchas gracias!!
Ahora lamento más aun no haber podido ir por motivos laborales a ese segundo encuentro con Maca…de saber que estaba tan malita hubiera arreglado lo imposible por acudir y darle un último abrazo, una despedida…
Gracias Eva,gracias por haberle hecho sentir a Mac lo querida y valorada que era. Y gracias por tu apoyo, por tus consejos, por escucharme cuanto estaba angustiada y por esto que has escrito, tan sentido y tan de verdad.Estoy orgullosa de trabajar con un equipo tan humano. Besotes.
Macarena seguirá siempre presente en todos los actores que pasaron por sus manos. Gracias a la central de Cine por darnos la oportunidad de conocer a una fantastica persona y profesional cono lo era Macarena Pombo.
Feliz viaje Pombo. Te recuerdo alegre. Sólo lamento no haberte conocido más
¡Eso es amor por el oficio y la investigación!.Ya quisieran esa autenticidad para si muchas escuelas…
Tantas cosas te quise contar,
tantas preguntas nos quedarán pendientes…
hoy en este día tan gris se amontonan los recuerdos, esos recuerdos que nunca llenarán el vacío que nos dejas.
Hasta siempre, Mi Sol.
He sentido muchísimo lo de Macarena, me enteré en la gala de los Goya, al ver su retrato entre los que nos han dejado.
Fui compañera suya en el Laboratorio del Sr.Layton, mi María en mi primera práctica de dirección en Noche de Reyes, una estupenda compañera de trabajo, un maravilloso ser humano. Me encantaría que publicáseis ese libro suyo en el que nos cuenta su trabajo.
Gracias Eva, por transmitirnos a Macarena. Un abrazo
Yo aunque no soy del mundo del teatro, tuve la gran suerte de conocer a Macarena por otras vías, y sabía que este mundo era su vida. Hoy me he acordado de ella y he puesto su nombre en internet y he visto estos comentarios y no he podido dejar de poner yo otro.
Siempre te recordaré Macarena! esas carcajadas tuyas tan de niña y ese querer las cosas sencillas! ahora descansas cerca del mar donde tanto venías a visitar a los amigos gipuzkoanos! un beso cariñoso y una gran reverencia! espero en otro mundo poder tomar una copa de vino contigo charlando como antaño!
Eva