El centralero Dani Pérez Prada es uno de los pelirojos más famosos de la profesión. Con crisis o sin ella, Dani nunca para: si no está en series o películas está en teatro, o en micro-teatro, o en cortos o en series web. Es lo que llamamos un centralero non-stop.
En este último año hemos podido verlo en la alfombra roja de Málaga presentando Todos tus secretos, en teatro en el MBIG de la Pensión de las Pulgas, en varios capítulos de El príncipe y ahora en la serie de TVE Carlos V como el miembro de la corte francesa Anne de Montmorency , trabajo en el nos vamos a centrar en nuestra entrevista.
Dani nos ha encantado lo que hemos visto de la serie Carlos V una gran producción, en la que está cuidado hasta el mismo detalle. ¿Cómo accediste a la serie? ¿A través de un casting? ¿Cómo se desarrollo y conseguiste el papel?
Accedía al casting que organizaba Diagonal TV a través de Juan León. Hice la prueba para el Duque de Alba, que acabó interpretando Félix Gómez, pero algo debí hacer bien y me llamaron para su correspondiente francés… Una gran suerte, puesto que ha sido uno de los pocos personajes que ha estado desde prácticamente el comienzo de la serie hasta el final.
¿Cuál es tu personaje y cómo lo preparaste?
Mi personaje es Anne de Montmorency, todo una figura histórica en Francia, equiparable en honores y mando a nuestro gran Duque de Alba. Estuvo al servicio de tres reyes, principalmente de Francisco I, la gran némesis del emperador Carlos V. Fue el Condestable Francés, general de sus tropas, amigo, consejero y embajador de la corte de Francisco. Digamos que, en términos de Juego de Tronos fue su “Mano del Rey”. Fue el responsable de muchas de las negociaciones que se llevaron a cabo con el Imperio y el Vaticano. Católico hasta la médula, severo, firme y noble. Todo un tipo.
En cuanto a la preparación, lo cierto es que hay poca documentación específica en castellano. Encontré una biografía y saqué casi toda la información del personaje de ella. Hay cierto parecido físico con él, sobre todo en su juventud, sus años mozos.
En la serie, la dirección tenía claro que querían un contraste evidente entre la corte francesa y el resto de cortes. Somos los más “modernos” en el sentido Renacentista de la palabra, la corte mas díscola y cínica, pero a la vez firme en su intención de hacerse con el Imperio. Eso me llevó a imprimirle cierto carácter socarrón y a la vez contundente al personaje. Espero que el bueno de Anne hubiera estado orgulloso de mi trabajo…
¿Qué importancia ha tenido el vestuario y el trabajo dentro de los decorados de época?
Total y absoluta. A nivel caracterización ha sido todo un lujo poder estar en la serie. Es de 
esas veces en que una vez te quitabas tu ropa diaria y te vestías con todas esas capas de ropa, anillos, tocados y dagas, ya estabas sin quererlo en personaje. Condiciona tu forma de moverte, tus gestos se hacen más lentos y palaciegos. El gran trabajo del maestro Pepe Reyes, el jefe de vestuario, es evidente en la serie, así como el del equipo de arte. Era realmente impresionante y algo impactante estar cada día dentro de esas cámaras reales, con esa iluminación, ese olor a vela, esas chimeneas dando calorcito al lado de tu marca…
Evidentemente ambos departamentos son un personaje más de la historia en toda la serie. Juegan de tal forma que envuelven la escena de forma particular.
¿Cómo te adecuaste al trabajo de televisión con varias cámaras y trabajando con varios directores?
Hemos trabajado con tres directores maravillosos. Oriol Ferrer era el director principal de la serie. Ha sido un honor y una suerte conocerle, porque ya en el cásting trabajaba intensamente con todos y cada uno de los actores. Es amable, escucha y compra propuestas con generosidad, su cabeza siempre está cociendo ideas y tiene hecho todo un trabajo histórico previo. Además, es muy de agradecer que haya querido apostar por caras nuevas para personajes potentes en la serie. Le debemos esa estupenda combinación de actores consagrados con gente menos conocida. Un placer. Salva García Ruiz era un direcot al que ya conocía de la mítica “Mensaka”, es un gran espectador de teatro y muy sabio a la hora de tratar personajes. El tercer director es el capitán Jorge Torregrossa, cercano y divertido. Siempre es un placer coincidir con él y puedo decir que estoy orgulloso de muchas de las secuencias que grabé con él. Siempre escucha y propone desde un lugar muy generoso.
Ojalá pudiera coincidir siempre con ellos tres, sin duda de lo mejor que he conocido en TV.
En cuanto a las cámaras, es una serie donde las marcas y movimientos son muy importantes. Al ser prácticamente todo en plató, las posiciones estaban muy marcadas y eran muy concretas, para lo cual hay que estar preparado, puesto que es complicado para cualquiera. Eran siempre textos en los que se daba mucha información, así que esa concentración entre el texto y la marca se hace clave en este tipo de producciones.
¿Qué ha significado esta experiencia dentro de tu carrera?
Directamente es el trabajo mas grueso, duradero y difícil al que me he enfrentado. Mi 
personaje fue un embajador que trató con casi todos, con lo cual he tenido la gran suerte de compartir secuencias con casi todos los personajes de la serie, lo cual a veces te daba cierto respeto, pero gran entusiasmo y sensación de fortuna a la vez. Diagonal es una productora que trabaja de maravilla, eso se nota después en tu trabajo. Me llevo toda una experiencia que me ha permitido conocer a actores a los que admiraba profundamente (Laia Marull, Victor Clavijo, Alex Brendemuhl, Israel Elejalde, Marina Salas, Ramón Barea…. ¡son tantos!), y la posibilidad de trabajar un personaje que evoluciona hasta su vejez, con su consecuente trabajo de composición. ¡Y además no me matan, como casi siempre!
¿Qué recuerdas de tu paso por la Central?
Sobre todo y por encima de todo, el recuerdo de mi maestra, mi consejera, mi amiga, Macarena Pombo. Estudié con ella en la Central, y la recuerdo cada día. Tengo la sensación de que le debo más de lo que le pude agradecer, así que siempre agradeceré a la Central que la pusiera en mi camino.
Por último: Dani, ¿cómo haces para mantenerte siempre activo?
Bueno, supongo que durante una época me propuse no decir que no a casi nada (hoy en día incluso me cuesta), y ahora estoy recogiendo las semillas de todo aquello.
Hay gente maravillosa a mi alrededor, con un talento inmenso, y no me cuesta nada ponerme al servicio de sus historias todo el rato. Puedo decir que tengo la gran suerte de no parar de tener suerte, pero también hay épocas de bajón y parones, que intento disimular poniendo fotos de mi perro en las redes sociales.
Muchas gracias a Dani por la entrevista y esperamos que siga trabajando así. ¡Enhorabuena!