Eliana Sánchez es una de esas centraleras que se ha ganado un sitio en el mundo de la televisión. Interpreta en Águila Roja a Mariana de Austria, una reina dispuesta a todo para sentar en el trono a un heredero suyo, que ha ido ganando peso capítulo a capítulo. En esta entrevista nos cuenta su experiencia en la serie.

Eliana, tu personaje Mariana de Austria ha vuelto a las pantallas en la sexta temporada de Águila Roja. Es un personaje que empezó con una presencia muy reducida y ha ido ganando peso en la serie. ¿Cómo ha evolucionado el personaje y qué crees que has aportado tú como actriz para conseguir que los guionistas te den más papel? 

Empezó siendo un capitular en la segunda temporada y ya en la cuarta me escribieron una trama. A partir de entonces el personaje ganó presencia y a medida que iban escribiendo, el personaje se iba dibujando. Yo ya tenía más datos para construir, para comprenderla. Me gusta pensar que mi trabajo les ha gustado y eso ha ayudado a que desarrollen el personaje.  Para mí hubo un punto de inflexión en la cuarta temporada.

¿Cómo se desarrolla un día normal de grabación?

Pueden ser más breves o más intensos en función del número de secuencias que tengas ese día, pero todos empiezan en peluquería y maquillaje para pasar luego a vestuario. Parte de la construcción de un personaje de época se debe al trabajo de mis compañeros de esos dos departamentos. Luego nos reunimos todos los actores con el director del capítulo y con el script para pasar texto y resolver dudas. Ya en plató se marca la secuencia y se hace un ensayo grabado y se resuelven todos los problemas que se puedan presentar para seguir con los generales y los cortos.

¿Cómo condiciona a tu personaje la época? ¿Cómo has preparado o cómo abordas el personaje en este sentido?

 La época viene contada por la caracterización y el decorado, si es cierto que yo he buscado una forma de hablar y de moverme, cierta rigidez que tiene que ver con su estatus social y la labor para la que la han estado preparando desde niña, pero en cuanto a los conflictos emocionales no distan mucho de los de cualquier mujer. Desde los griegos seguimos sufriendo por lo mismo: amor, desamor, hijos, miedo… He intentando humanizarla desde ese punto de vista, no hacer una mala sin más, darle un punto de vulnerabilidad, con inseguridades, miedos que sabe ocultar por su posición y el ejercicio de poder y que solo muestra en determinados contextos y con algunos personajes. El resto del tiempo oculta. Recuerdo siempre un monólogo que trabajé con Macarena Pombo en La Central de Glenn Close en Las Amistades Peligrosas, el de “aprendí a clavarme un tenedor por debajo de la mesa…”

¿Qué de lo aprendido en Central de Cine te ha resultado más útil en este trabajo?

 Puede sonar a peloteo, pero es cierto, me ha servido todo. Desde el análisis de texto de Eva que sigo religiosamente hasta los códigos de trabajo con cámara de Macarena (puntos de vista, línea de pensamiento, cómo hablar…), hasta me ha sido útil todo lo aprendido en cuanto a la parte técnica y manejar ese lenguaje. En resumen, cómo contarle a la cámara, tan diferente a un escenario, todo lo que te está pasando. En La Central el método de enseñanza es eminentemente práctico y eso te da seguridad y soltura a la hora de enfrentarte a trabajos profesionales. Para mí, que venía del teatro y de escuelas de interpretación que no tocaban lo audiovisual, ha sido importante todo lo adquirido en La Central.

Podéis verla los jueves en TVE a las 22.30h.

Desde aquí le damos la enhorabuena por su trabajo y deseamos que siga así.