Le seguimos la pista esta vez a Mario Tardón, un actor que se mantiene siempre en activo. En la última temporada hemos podido verle en la cartelera teatral tanto en teatro OFF con los montajes El feo y El Tesorero como en el CDN con la obra La ciudad oscura en el María Guerrero. También guionista y director, acaba de rodar la webserie El partido, ganadora del año pasado de la sección de webseries en el NOTODOFILMFEST, donde Mario Tardón siempre tiene una importante presencia.
Pero en nuestra entrevista vamos a centrarnos en otro aspecto de su trabajo; su interesante faceta como actor en coproducciones internacionales de cine y televisión.
Mario en los dos últimos años has rodado para los Borgia de Tom Fontana, después hiciste un personaje en Wild Oats compatiendo escena escena con Demi Moore. Y más tarde Kevin Reynolds te dio el papel de apóstol Andrés en la película Clavius, protagonizada por Joseph Fiennes, Cliff Curtis, Tom Felton, una miniproducción de hollywood durante dos meses entre Malta y Almería.
¿Cómo has conseguido acceder a este tipo de producciones internacionales?Pues conseguí entrar gracias a las pruebas que hice con Camilla Isola, la directora de casting. Era un casting para la tercera temporada de Borgia y le gusté, me dio mi primera oportunidad internacional y de ahí todo rodado. Y siempre con ella. Ha confiado plenamente en mi y eso me daba siempre un plus de tranquilidad y poso a la hora de enfrentarme al trabajo. Yo la admiro mucho por su dedicación y trayectoria, ha trabajado con los mejores y sentirte respetado por una profesional de esa talla me hace sentirme orgulloso. Sí que es verdad que la preparación de una prueba internacional es muy diferente a una prueba en tu lengua materna. Aunque yo tengo un buen nivel de inglés siempre pido ayuda. Quiero nombrar aquí a mi querida Violeta Orgaz, que además de ser una fantástica coach es una actriz de la leche y siempre que lo he necesitado me ha ayudado a preparame. La recomiendo al cien por cien. Y estas pruebas no basta con sabérselas, el texto lo tienes que llevar tatuado en el cerebro para poder asimilar toda la información que surja en el momento de la prueba. Y eso sí, tratar de ir relajado, como al resto de pruebas, eso no es diferente.
¿Cómo te has preparado para trabajar en inglés y que diferencias notas trabajando en esta lengua?
Hablando inglés con las piedras. Literalmente. Hablo inglés conmigo mismo cuando estoy solo. Cuando voy a la compra me repito lo que estoy haciendo en inglés. Cuando me ducho canto en inglés. Cuando viene un amigo guiri de algún conocido me lo agencio y le como la cabeza. Así os lo digo. Lo hablo todo lo que puedo para luego poder sentir que es algo mío, que mi cabeza puede pensar y razonar en inglés. Y es muy divertido. Sobretodo insultar en inglés. Ahí reconozco que nos dan mil vueltas. El “fuck” es tan sonoro que te quedas hasta relajado cuando lo sueltas con fundamento. El tema del acento depende del personaje. Yo siempre me preparo, o lo intento, para hacer las pruebas con el acento “mid-atlantic” que llaman. Es decir, entre británico y américano. Lo más neutro posible y tratando de limar las asperezas del acento español. Luego, si quieren que fuerces tu acento español ya te lo dirán, o al contrario. Una de las mejores cosas que tiene el actuar en inglés es que ellos tienen una cosa que se llama “stress word”, algo así como “palabra acentuada”, que es sobre lo que haces énfasis en la frase. Y eso es maravilloso porque una frase sencilla se puede decir de muchas maneras diferentes para darle importancia a un concepto o a otro. Y es muy importante tener muy claro cual es cada palabra en cada frase. Eso te obliga a ser muy riguroso en tu análisis del texto. Así que te plantas en el set con mucho trabajo a las espaldas y eso se ve en el resultado.
¿Qué personaje hiciste en Los Borgia y cómo fue rodar en una producción cómo esta?
En Borgia yo hacía de Francesco Orsini, un noble italiano que revolotea alrededor de Lucretzia Borgia tras enviudar. Pero nada, me dio calabazas a la primera. Trabajar en ese equipo comandado por el gran Tom Fontana fue como volver al primer día de escuela.
Todo era fascinante, nuevo, profesional, respetuoso, y yo me sentí en el paraíso. Jamás me habían hecho sentir tan importante para una producción. Y aquí es donde creo que los “americanos” (y lo entrecomillo por resumir a todo lo que se entiende por internacional, sean americanos, británicos o alemanes) nos dan mil vueltas. El respeto por el trabajo de todos y cada uno de los miembros que forman el equipo. Aquí en España hay mucho que aprender. Normalmente leo a gente que dice que ellos hacen lo mismo que nosotros pero con más dinero. Lo siento, eso es muy simplista. El arraigo de profesionalidad que tienen ellos no lo olemos nosotros ni de lejos. Son los mejores del mundo. En concreto el señor Fontana. Os recomiendo que lo busuéis en IMDB para saber lo grande que es este señor. Y claro, tener a un showrunner de su calibre hablándote de tu personaje y escuchando tus propuestas con absoluto respeto es algo que cambia tu percepción de la industria. Él quería una escena más al uso y yo le propuse, con bastante arrojo la verdad, todavía no sé muy bien cómo tuve la osadía, darle toques de comedia. Se lo pensó, y sobre la marcha modificó el guión, me dio un par de chistes y compró mis propuestas. En fin. Maravillado me quedé. Y meses después, una noche de juerga por ahí recibo un mail suyo, personal, diciéndome que está montando la escena en concreto y que está encantado con el trabajo y me da las gracias por el trabajo. Estamos hablando del señor al que le debemos el fenómeno HBO, sin él no hubiera sido posible. Vamos, un profesional de los pies a la cabeza. Increíble la verdad.
¿Qué personaje hiciste en Wild Oats y cómo fue trabajar con Demi Moore?
En Wild Oats interpreto al dueño de un servicio de taxis. Viene Demi Moore con Howard Hessman y me cantan las cuarenta. Es una escena chiquitilla pero he de reconocer que rodar con estos dos hacen que la percepción cambie. Estuvimos toda la tarde para sacarla adelante. Además, tuve suerte, era el primer día de ambos en el set y como habíamos estado rodando toda la tarde juntos llegó la hora de la cena y pasaron del director y nos quedamos los tres cenando tan agustito hablando un poco de todo. Me reí mucho explicándoles lo que era Microteatro. Y he de decir que la idea les pareció muy atractiva. Trabajar con una estrella como Demi me sirvió para darme cuenta de todos los que nos dedicamos a esto somos bastante parecidos. Al ser su primer día, también estaba nerviosa y se sentía insegura. Fue muy revelador asistir a su proceso en directo, la verdad. Es una persona muy humilde e inspiradora.
¿Cómo preparaste y desarrollaste el personaje del Apostol Andrés para la
película Clavius y cómo fue trabajar con actores de esa talla?
Lo de Clavius fue la guinda que ha coronado el pastel. Un mes y medio entre Malta y Almería rodando un producción americana con el director de Waterworld o Robin Hood. Un sueño hecho realidad. Y encima me pasó una cosa flipante. Hice el casting con Camila y el pr0pio Kevin y al finalizar la prueba me dio el papel, allí mismo. Me fui corriendo a ver a mi chica y nos abrazamos llorando. Esas cosas creía que no pasaban nunca, y a mi me pasó. Increíble. Y claro, de ahí para arriba, ya te puedes imaginar. Trabajar con increíbles actores y actrices nacionales como María Botto, Pepe Lorente o Jan Cornet o internacionales como Joseph Fiennes, Cliff Curtis o Stewart Scudamore. Increíble. Y encima un mes y medio, con lo que ello significa. Un trabajo maravilloso en todos los sentidos. Pero , para que veáis de lo que hablaba antes. El primer día, cuando llegué al set, los productores dejaron lo que estaban haciendo para venir a saludarme y darme las gracias por haber elegido estar en su proyecto, que mi prueba les había encantado, etc.. Me hicieron sentirme un actor con todas las letras. Y a partir de ahí, os podría contar mil batallitas. Sólo deciros que la pandilla de los apóstoles nos convertimos casi en una familia, nos cuidábamos y nos ayudábamos. Todo el día de risas y de juegos. Remarcar aquí que el carácter inglés es fascinante. Stewart estaba todo el día, literalmente, de bromas y Joseph le iba a la zaga, además como está casado con una chica española, todo el día estaba tratando de mejorar su español y se tiraba todos los descansos con nosotros. Guardo recuerdos preciosísimos. Para colmo, a la fiesta fin de rodaje se pudo bajar mi chica a Almería y al presentarle a Kevin, éste me empezó a poner por las nubes y acabamos llorando de la emoción. Sí, soy muy de llorar, no lo niego, pero es que joder… Este tío lo ha hecho todo, y que te felicite de esa manera por el trabajo realizado… En fin.
Por último, ¿qué recuerdas de tu paso por La Central?
De la Central recuerdo muchas cosas, sobretodo a la gente. Cuando yo hice el primer curso, allá por 2006 estaba recién llegado a Madrid y me encantó empezar por la Central. Todavía recuerdo desde el lugar exacto desde el que hice la llamada para confirmar mi plaza. Estaba en Oviedo e iba de paseo por el centro con mi madre. Nunca se me olvidará. Me apunté a un curso de tres meses (Herramientas de la interpretación para cine y TV con Eva Lesmes) y me ayudó muchísimo. Todavía me cruzo con actores y actrices maravillosos que hicimos ese seminario como Álex Tormo, Ángel Burgos, Fanny Condado o Sofía Valero y nos contamos con cariño lo que estamos haciendo y lo que vamos a hacer. Sobretodo recuerdo eso, el buen ambiente, las ganas de trabajar y la de puertas que se me abrieron gracias lo que aprendí. Siempre me he sentido parte de esa gran familia que crece cada año. Y me siento orgulloso de ver como actores y actrices que admiro también están relacionados con la central. ¡Larga vida a la Central!