El 27 de noviembre de 2005 se realizó con éxito el primer trasplante de cara en un ser humano. Tras sufrir un brutal accidente doméstico con su perra, la receptora se convirtió en la primera de una estirpe única. Todos querían verla, los periodistas acosaban a su familia, intentaban colarse en el hospital para robarle una foto.
Aún no consigo besar escenifica, en clave de ficción, su esperada aparición pública, un encuentro al que ella finalmente accede por petición de sus médicos, acompañada por su hija y por su perra. No duda en decir: «Hoy todos estamos un poco desfigurados». Y se pregunta: «¿Cómo es posible reconocer antes mis rodillas que mi cara?» Lo que le ha ocurrido bien podría ser una monstruosa caricatura de una sociedad que está a punto de empezar a reconocer también –antes que su propio rostro– sus rodillas, sus puños y sus codos, haciendo del dinero el único espejo en el que poder mirarse ante la desgracia.
El público tal vez llegue a sentirse incómodo, confundido, irreconocible ante sí. Incluso, sin identidad. Isabelle no. Ella es la única sin máscara.
Diego Bagnera. Director
¿Qué? Aún no consigo besar
¿Dónde? Sala Nudo teatro
¿Cuándo? Sábado 22 de Junio 22:30h