El actor Matthew Perry falleció el pasado sábado a los 54 años. Conocido en todo el mundo como el sarcástico Chandler Bing de Friends, queremos recordar su trayectoria interpretativa y el legado que deja para la comedia en cine y televisión.
Perry comenzó su carrera como cómico y actor de adolescente, pasando por series como Los problemas crecen y Sidney, hasta conseguir el papel que le lanzaría al estrellato a los 24 años. Según cuentan los creadores de la serie en Friends: El reencuentro, al principio pensaron que el casting para Chandler sería sencillo: es, al fin y al cabo, el personaje que tiene más bromas en el guion. Pero, prueba tras prueba, ningún actor conseguía hacer al personaje realmente gracioso… hasta que apareció Matthew Perry. “Cuando Matthew leyó ese diálogo, brilló, cobró vida”, relata Marta Kauffman. “Por primera vez en todo el proceso de casting vimos que ahí había un personaje y que él era el único actor que podía interpretarlo.”
Friends fue un éxito inmediato y sigue enganchando a generación tras generación. Esto es, en gran parte, gracias a un reparto coral en perfecta sincronía en el que cada intérprete destacaba con su propio estilo. David Schwimmer (Ross), por ejemplo, jugaba a menudo con la comedia física, mientras que Jennifer Anniston (Rachel) abordó al personaje desde la naturalidad. Matthew Perry, por su parte, era un maestro de los tiempos de la comedia y del ritmo y entonación del diálogo.
Chandler siempre ponía la puntilla irónica o el comentario sarcástico. Así, Perry formó con Matt LeBlanc (Joey) el dúo más puramente cómico de la serie, que funcionaba a menudo por acción de Joey y reacción de Chandler. Pero, además, Perry convirtió a su personaje en uno de los más queridos al presentarlo también como vulnerable e inseguro. Esta combinación de sarcasmo y sinceridad hace que sea el protagonista con el que más gente se identifica al ver la serie.
Tras las cámaras de Friends, Matthew Perry contribuía a menudo a los guiones. Aunque los guionistas tuvieron siempre una política de “puertas abiertas” para todos los actores protagonistas, Perry era el único colaborador habitual y fue autor de muchas de las memorables bromas de su personaje.
De su carrera después del final de Friends en 2004 destaca su aparición en El ala oeste de la Casa Blanca, que le valió una nominación al Emmy y que demostró sus capacidades como actor dramático.
Pero, sin duda, será recordado como uno de los grandes cómicos de su generación y como referencia ineludible del género en televisión.