Manuel Castillo imparte en Central de cine un Taller de Técnica Meisner a partir de octubre. En esta entrevista nos habla de la técnica y de sus proyectos.

Manuel Castillo se formó en ‘The Sanford Meisner Center’ de Los Angeles (California, EEUU), y con Fernando Piernas, Consuelo Trujillo o Ramón Salazar aquí en España. Además, se ha formado también en teatro clásico con Manuel Conejero, en técnica Lecoq con Ana Vázquez o Clown con Hernan Gené. En su trayectoria ha protagonizado junto a Najwa Nimri y Lola Dueñas la película ’10.000 noches en ninguna parte’, dirigida por Ramón Salazar. En teatro ha participado en ‘Fausto’, dirigido por Tomaz Pandur, o ‘MBIG’ adaptación del clásico de Shakespeare para la Pensión de las Pulgas. Castillo es de origen alemán y en el país germano ha formado parte del elenco ‘La calle Greifswald’ para el Teatro Bremen o la ‘La cabra, ¿y quién es Silvia?’, del Teamtheater Munich. Participó en la serie inglesa ‘The Silent Witness’, de la BBC y entre sus últimos trabajos figuran el cortometraje ‘Según Mateo’, dirigido por Osama Chami y la película ‘La enfermedad del domingo’, de Ramón Salazar.

CENTRAL DE CINE: ¿Cuándo conociste la Técnica Meisner?

MANUEL CASTILLO: Acababa de salir de un proceso creativo que se extendió a lo largo de varios años y que recuerdo cómo una de las mejores experiencias que he vivido como actor, hacer la película ’10.000 noches en ninguna parte’. Tenía ganas de probar algo nuevo y me apunté a un intensivo de un escuela londinense. Me fascinó desde el primer momento la simplicidad que plantea la técnica para acercarse al trabajo actoral. Sanford Meisner estuvo durante sesenta años desarrollando unos ejercicios para que los actores podamos adquirir una (verdadera) confianza en nuestros instintos y dejemos de complicarnos tanto la cabeza, algo que puede llegar a ser muy cansino a veces. Ir al grano de cero a cien fue una de las cosas que más me atrajo y el trabajo personal que acompaña este proceso de forma natural para que uno se conozco mejor y descubra esos hábitos que tenemos desde niños o que nos ha inculcado la sociedad en la que vivimos y que sin darnos cuenta nos limitan haciéndonos vivir a medio gas. Yo mismo tuve un periodo en mi vida que me sentía perdido, deseaba escapar, sentía que no terminaba de encajar, la mayor parte de mi adolescencia la pasé en una ciudad pequeña y conservadora en Baviera (Alemania) adonde todo el mundo tiene una vida muy “normal” y el hecho de querer ser actor por ejemplo me convertía en un marciano. Gracias a mi trabajo y a lo que he aprendido con la técnica me he reconciliado con la persona que soy. Lo mejor ha sido dejar de buscar la aprobación en lo demás y aceptar que nuestras imperfecciones nos hacen que seamos auténticos. Por eso la técnica no sólo me ha ayudado a evolucionar como actor sino también a ser mejor persona.

C.C.:¿Y que te llevó a dar clases de la técnica?

 M.C.:Después de varios cursos aquí en Europa decidí estudiar en Los Ángeles con Ranjiv Perera y Martin Barter en el “Sanford Meisner Center”, la única sede de la técnica. Al volver a Madrid necesitaba seguir en contacto con el trabajo que había hecho allí. Llamé a ocho amigos actores y les dije “voy a formar un grupo de entrenamiento de dos días a la semana”. “Quiero compartir con vosotros lo que aprendí en Los Ángeles”. ¿Quién podía decir que no a eso? El grupo que iba a durar tres meses duró casi un año e incluso me dio para escribir con ellos una obra de teatro que algún momento pondré en pie. Recuerdo ese tiempo con mucho cariño y les estoy muy agradecidos por dejarme experimentar mis primeras clases con ellos. Desde el primer día conté con el apoyo de mi profesor Ranjiv que supervisaba las clases vía skype. Los actores de ese grupo le iban contando lo que hacíamos a otros compañeros, la curiosidad creció tanto que al final empezaron a llamarme para que formara nuevos grupos. Han pasado tres años y he compaginado mis trabajo de actor con los cursos que imparto en varios sitios. Dar clases me ha descubierto lo apasionante que es para mi compartir esta técnica. Ver la evolución de los actores y que mi experiencia vital les sirva para poder transmitirle nuevas herramientas de trabajo me hace disfrutar inmensamente. Cada día aprendo algo nuevo y el director que llevo dentro está deseado empezar a crear un proyecto.

C.C.:¿Entonces vas a empezar a dirigir?

M.C.: En julio voy a rodar mi primer cortometraje con un guion de Ramón Salazar. Después de haber hecho con él varios proyectos, me cedió el guion, que en un principio fue una separata que escribió para probar a actores para una película suya. Luego se convirtió en obra corta que interpreté junto a Rut Santamaría en el Microteatro cuando acababa de inaugurar en el 2010. En esta ocasión voy a dirigir e interpretarlo lo cual significa un doble reto para mí. La ventaja es que tendré el apoyo de un equipo del cual me siento muy afortunado de poder contar con ellos. Ramón también es uno de los productores y con lo perfeccionista que es no va a permitirme que haga muchos fallos de novato.

C.C.:¿Cómo llevas esa presión?

M.C.: Al contrario, no es presión me motiva. Llevo mucho tiempo preparando el corto, buscando referencias, investigando como lo quiero rodar. Estoy tendiendo reuniones con los jefes de equipo, les visito en los rodajes para hablar con ellos y así de paso me empapo un poco del ambiente y voy calentando motores que no queda nada.

C.C.:¿Tienes algún otro proyecto como actor?

M.C.: Voy a hacer una obra de teatro en Múnich, mi ciudad natal. Y me están probando para una serie que se va a rodar en el extranjero. Aún no puedo desvelar mucho al respecto. Menos mal que encontré la Meditación Trascendental hace cinco años para mantenerme paciente entre un papel y otro.

C.C.: Cuéntanos sobre la meditación trascendental, de que trata

M.C.: Hay muchas técnicas de meditación, pero ésta en concreto es una técnica muy sencilla que se práctica sentado y con los ojos cerrados durante veinte minutos por la mañana y veinte minutos por la tarde. La desarrolló Maharishi Yogui en los años cincuenta. Se puede hacer en cualquier lugar, en casa, en el avión, en el metro, etc. No tiene nada que ver con una creencia, filosofía, estilo de vida o religión. Existen miles de estudios científicos y cada día más que certifican los grandes beneficios de la MT,  uno de ellos por ejemplo la disminución de probabilidades de un infarto o la prevención del estrés. Hay muchas cosas que causan estrés. Vivir en una ciudad, nuestra profesión, el negocio del espectáculo que es exigente y que puede desestabilizar si no estás bien. El estrés si no se libera adecuadamente se acumula en nuestro sistema nervioso provocando ansiedad, insomnio, depresión, frustración o enfermedades peores. La MT libera de forma sutil ese estrés que se ha acumulado a lo largo del camino en el que nos han pasado muchas cosas. Ese profundo descanso que se obtiene meditando es más profundo que dormir ocho horas porque incluso durmiendo nuestro inconsciente sigue trabajando.

C.C.: Hay una gran ola de artistas en Estados Unidos que han empezado a hablar cada vez más de ello.

M.C.: Aquí en España hay muchos artistas y creativos que han empezado a meditar. David Lynch vino hace cinco años a Madrid para hablar de la MT, ahí fue adonde conocí a mi instructora Pilar Franco de Sarabia, presidenta de la fundación Ayuseduca que colabora con la David Lynch Fundation, ambas fundaciones hacen un trabajo alucinante. Durante mis entrenamientos organizo con Ayuseduca un curso de MT para los actores. Meditar es preparar el terreno para sembrar. Es una fuente muy potente para la creatividad. La fundación del cineasta David Lynch ha diseñado un sistema educativa para los colegios conflictivos y la delincuencia se reduce en un 95% cuando aprenden a meditar en clase. Más de doscientos mil niños y adolescentes ya han aprendido a meditar por el mundo entero. Y a Lynch se suma una lista interminable de actores como Jack Hughman, Naomi Watts, Matt Bomer, Laura Dern, Cameron Diaz o la presentadora Ellen o Oprah que meditan y usan su popularidad para hablar de ello en publico. El otro día Kate Perry que tiene millones de seguidores estuvo en el Vaticano dando una conferencia sobre la MT. Me pareció muy emotivo y lo que es más importante un gran paso para ayudar a mejorar la conciencia colectiva y salud de muchas personas. Si queremos que las cosas en este mundo mejoren tendremos que empezar por nosotros, por cuidarnos un poco más.