María Ripoll inicia con Central de Cine los Talleres Intensivos de Dirección de Actores que impartiremos este año. En esta entrevista nos habla de su técnica, aprendida con Judith Weston, y de la importancia de la dirección de actores dentro del trabajo del director. También aborda en detalle algunos aspectos del taller.

CENTRAL DE CINE: María, Judith Weston fue maestra tuya en Los Ángeles. ¿Podrías explicarnos en qué consiste básicamente su técnica?

MARIA RIPOLL: Judith Weston es una maestra de profesionales del cine -, actores, directores y guionistas – de renombre internacional, autora de dos libros: “La dirección de actores”,  de lectura obligatoria en las escuelas de cine y estudios de Hollywood, y “La intuición del director de cine”, que nos abre nuevos caminos en las relaciones entre los directores y actores, entre los actores y sus personajes y entre los escritores y sus historias. Durante y después de vivir  en Los Ángeles he asistido periódicamente  a varios de sus cursos de Análisis de guión, de Dirección de Actores y de Técnicas de ensayo, en los que, a través de una investigación exhaustiva y minuciosa del texto, descubrimos las técnicas adecuadas para ensayar con los actores.

C.C ¿Qué importancia le das al análisis de texto? ¿Y al subtexto?

M.R. En el taller de “DIRECCIÓN de ACTORES” se analiza un guión cinematográfico de largometraje, buscando respuersta a preguntas como ¿De que trata el guión? ¿Cuáles son sus imágenes y sus temas (sociales, políticos, psicológicos, culturales, etc.)? ¿Qué tipo de investigación necesitas hacer – por ejemplo, cultural, histórica, científica, geográfica… Así vamos descubriendo el subtexto de cada personaje principal y los hechos que son verdad sobre él o ella. El objetivo de este análisis es entender el guión y conocerlo tan bien que lo puedas cambiar, modificar, jugar con él y darle la vuelta para encontrar la mejor manera de dirigirlo. Se trata de ganar seguridad y confianza sabiendo qué quieren los personajes, para así poder dirigir a los actores en los ensayos y en el set.

C.C. : En el taller se ensayan 2 escenas determinadas de un mismo guión. Los asistentes al curso, además de dirigir sus escenas , tienen que hacer de actores en las escenas de sus compañeros. ¿Por qué consideras que es importante que los directores se pongan en el lugar del actor-actriz?

M.R. Es imprescindible. Sólo actuando y poniéndote en lugar del actor descubrirás que siente el actor en su propia piel y las indicaciones de dirección que llegan o no llegan para lograr un buen acting. El director depende totalmente del actor y debe estar siempre en búsqueda de nuevas técnicas , de nuevos procesos para llegar a comprenderle. Por esto es tan importante llegar a sentir lo que el propio actor siente.

C.C.: ¿Cómo es el trabajo que haces con los asistentes a este taller?

M.R.: Hacemos dos tipos de ensayos donde se pueden desarrollar diferentes técnicas; primero con los propios compañeros como actores  (todos los asistentes al curso participan como actores en dos escenas para sentir lo que un actor siente cuando es dirigido),  y después los últimos 2 dias con actores profesionales que  dan su feedback de las técnicas de ensayo a los  directores. No se pretende lograr resultados en clase sino mostrar un proceso de dirección de actores y descubrir nuevas y  diferentes técnicas de ensayo.

C.C.: ¿Cuáles te parecen las técnicas de ensayo más eficaces para cine y TV?

M.R.: Cuando se trabaja delante de una cámara  tenemos que ser conscientes de los medios técnicos. Sabemos que no es necesario una gran expresión corporal ya que casi siempre estaremos en planos medios y cortos; no es necesario una gran proyección vocal, ya que tenemos un micro que nos permite prácticamente susurrar encontrando matices que encima de un escenario nos seria imposible; no es necesario una gran expresividad facial ya que la cámara es capaz de captar cualquier expresión aunque sea mínima. Al fin y al cabo el trabajo delante de cámara nos exige VERDAD. ¿Como conseguir esta verdad? Esa es la clave…  Cuando lees un guión es natural oír las frases y visionar a los personajes , sus gestos , su vestuario etc.….en tu mente. La tendencia es quedarnos en la superficie y enseguida interpretar  las frases de una manera obvia. El propósito del análisis del guión es encontrar quien son esta gente (los personajes)  y que les pasa, para poder ser los contadores de esta historia. Sólo con un buen análisis del guión puedes  llegar a ser íntimo con los personajes y descubrir el subtexto de la historia y descubrir la VERDAD de los personajes.

C.C.: ¿Qué importancia le das a la dirección de actores dentro del trabajo del director-a?

M.R.: Muchos directores son principalmente visuales y les cuesta hablar al actor de lo que está en su mente del personaje o hacia donde va la película. El guión, los diálogos y las descripciones, sólo son pistas para dibujar un personaje y es el privilegio y el deber de los actores y del director encontrar sus comportamiento y mundo subterráneo. La dirección de actores es el trabajo principal y más importante de un  director, sin duda. Aunque hayan unos efectos especiales increíbles o una fotografía preciosa, si los actores no transmiten, la película no llegará a crear las emociones que se pretende.

Por último, ¿Qué podemos aprender en este taller?

¿Cómo encontrar las palabras para decir al oído a un actor justo antes de que la cámara  ruede? ¿Cuáles son esas palabras que hacen que el actor se sienta estimulado y apoyado? ¿Por dónde empezar? Y ¿cómo consigues salir adelante cuando te quedas atascado? Todos queremos respuestas rápidas a todas estas preguntas y encontrar la conexión y la magia con el actor. Esto es lo que exploramos en este taller.

Más info sobre el taller aquí

María Ripoll es Diplomada en Dirección de Cine en el American Film Institute (AFI) y formada en la dirección de actores con William Layton y Judith Weston. Con su primer largometraje “Lluvia en los zapatos” fue nominada al premio Goya a la Mejor Dirección Novel 1999 y ganó el premio al mejor guión en el Festival Internacional de Cine de Montreal y el premio del público en el Festival de Sitges y en el de Seattle. Otros largometrajes suyos son “Tortilla soup”, “Utopía” y “Tu vida en 65”.