La serie ‘¿Hay vida en Bran?’, dirigida e interpretada por Angela Andrada, que actualmente cursa segundo de Diplomatura en Central de Cine, ha sido recientemente nominada a los premios Mestre Mateo del audiovisual gallego.
La ficción cuenta la historia de Mariña quien, “después de fracasar en Madrid estudiando Bellas Artes, regresa a su ciudad natal, en Bran, donde empieza a trabajar en una gasolinera, “Súper Dépor 24″. En plena crisis de cuarto de siglo, sobrevive gracias a su imaginación. Esto provoca que Orión, un extraterrestre glam del cómic que dibuja, cobre vida. Acompañada de este particular hombre hecho de polvo de estrellas, Mariña redescubre el pueblo. Y comprueba que, después de todo, sí hay vida en Bran”.
Le hemos hecho algunas preguntas a Angela sobre este trabajo.
Central de Cine: ¿De qué se trata ‘¿Hay vida en Bran?’ y ¿cuántos capítulos tiene?
Ángela Andrada: La serie cuenta la historia de Mariña, quien después de haber fracasado en Madrid estudiando Bellas Artes, regresa a su pueblo, Bran, para trabajar en una gasolinera con su madre. Sintiéndose atrapada en un pueblo que aborrece (Mariña es un poco snob), la única vía de escape que encuentra es su propia imaginación: así conoce a un peculiar hombre del espacio con parecido a David Bowie, que la llevará a replantearse si hay vida en Bran (traducción al castellano del título y guiño a la canción de Bowie, Life on Mars?)
De momento hay cuatro capítulos grabados.
C.C.: ¿Cómo surgió este proyecto?
A.A.: Todo empezó en un momento crisis del cuarto de siglo similar al de Mariña. Es una realidad que vivimos muchos jóvenes a día de hoy, y más dentro del sector artístico. Te venden la idea de que, si luchas por lo que quieres, tienes muchas garantías de conseguirlo. Así que estudias, te preparas, pero luego te encuentras con un futuro incierto, porque eso ya no es suficiente.
Y en este panorama, me encontré con la convocatoria de un festival, el Carballo Interplay. No conocía el festival, pero fue como un revulsivo. Buscaban proyectos de serie web, el premio era la realización de los 3 primeros capítulos. No podía pensármelo mucho porque sólo faltaba un mes, lo hacía o no. Fue un trabajo a contrarreloj para desarrollar un dossier, escribir un guion del piloto y rodar un teaser. Durante el proceso, tuve la suerte de contar con la ayuda de varias personas que lo hicieron posible.
C.C.: ¿Te ha resultado difícil dirigir e interpretar al mismo tiempo?
A.A.: Bastante. Recuerdo estar rodando una escena con un compañero actor y estar pensando, “cuando cortemos, le tengo que decir que en la siguiente toma haga esto”. Ahora lo pienso, y casi me parece de locos. No es la mejor opción, y menos si el presupuesto es ajustado, o no tienes una experiencia lo suficientemente sólida que te permita desarrollar ambos roles al 100%.
C.C.: ¿Qué te ha aportado profesionalmente este proyecto?
A.A.: Aprendizaje a muchos niveles. En un proceso de creación, al escribir, al actuar, al dar vida a un personaje; es casi imposible no implicarse, por eso difuminaría la línea entre lo profesional y lo personal, trabajas contigo mismo y eso hace que descubras cosas que no sabías que estaban ahí. Si hago balance, por ejemplo, escribir el guion me ha enseñado a reírme de ciertos problemas y a relativizarlos. Ponerme al frente de un proyecto, me ha dado más de un quebradero de cabeza, pero me ha enseñado también qué cosas me funcionan y cuáles no repetiría. Creo que la forma más eficaz de aprender es haciendo.